Descansando en el Espíritu Santo
Por la Rev. Victoria Umaña

Recientemente estuve de vacaciones en mi país de origen EL Salvador y entre visitar lugares turísticos y la familia, cuando regrese sentí que necesitaba unas vacaciones para descansar, estar quieta, a solas y en mi casa tranquilamente poder tener un descanso espiritual que me ayudara a fortalecerme física, emocional y espiritualmente, me tome un día para mí y me refugie en los brazos de Dios y pude obtener el descanso que necesitaba. Alguna vez te has sentido cansada/o que sientes que no puedes mas y necesitas estar a solas para recargar tus baterías o energía. En el evangelio de Marcos 6 de este pasado domingo Jesús reconoce el cansancio de sus discípulos cuando regresan de la misión que Él les envía hacer.
Cuando Jesús viaja a través de Galilea, predicando y realizando milagros, es común que esté tan abrumado de personas que no tenga tiempo para descansar. Durante los primeros días de su ministerio, tiene que escabullirse de la casa por la noche para orar solo (Marcos 1:35). Cuando regresa a Cafarnaúm después de viajar, hay tantas personas que acuden para curarse que no tiene oportunidad de comer (Marcos 3:20). Cuando encuentra tiempo para llevarse a los Doce a descansar y entrenarse, está exhausto hasta el punto de quedarse dormido en un bote durante una tormenta violenta (Marcos 4:35–41).
Ahora que los Doce han emprendido su propio viaje misionero, obtienen una mejor comprensión de lo que Jesús experimenta. Los discípulos acaban de regresar de su viaje por Galilea. Ahora, Jesús desea alejarlos de las multitudes para hablar sobre sus experiencias. Pero, una vez más, su regreso llama la atención de una multitud.
Podemos relacionarnos con esta historia con nuestros propios ministerios, con nuestra vida laboral, familiar y social. Pero en Jesús tenemos esperanza y fortaleza. Jesús promete que Sus siervos serán atendidos y que las tareas que nos dará serán factibles si confiamos en él (Mateo 10:7–8). Si buscamos y trabajamos duro para manifestar Su reino en la tierra, Jesús nos dará todo lo que necesitemos para hacerlo (Mateo 6:31–33).
Este pasaje también nos da la oportunidad de considerar las necesidades de nuestras autoridades espirituales. Los sacerdotes y pastores, los ministros y los misioneros aprenden a hacer mucho con poco. Cuando nos aseguramos de que nuestros líderes estén bien descansados y provistos, reflejamos el cuidado amoroso que Cristo le da a todo Su pueblo.
La mayoría del tiempo nos sentimos cansados y agobiados de las muchas tareas, obligaciones y compromisos que tenemos que realizar diariamente que nos es difícil descansar física, mental, emocional y espiritualmente. El pasaje del evangelio de Marcos nos invita a que permanezca en Cristo en todo momento para que tenga la capacidad de servirle fielmente cuando la situación sea más difícil de lo normal. Aprenda a discernir el momento en el que necesita descansar y confíe en Dios para recibir apoyo cuando le sea imposible tomarse ese tiempo de descanso. Apoye y aliente a los líderes de su ministerio. Cuide de aquellos que trabajan para y con usted. Esa es la expresión del cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:27